CUENTO DE NAVIDAD
El hombre blanco se postró en el suelo.
-Venimos de muy lejos-anunció-portamos oro, mirra e incienso.
Pero el lobo, después de zamparse una mula, un burro, una pareja de hebréos y al niño que había en un pesebre, respondió:
-Estoy lleno.
Los tres reyes se miraron pensativos.
-The show must go on-dijo el hombre negro, y por la boca del lobo entró una comitiva de reyes, pajes, camellos, y la carroza de unos grandes almacenes lanzando caramelos.
Entonces llegaron los pastores.
-Traemos una ofrenda de leche y miel-dijeron-para el hijo de dios padre que en Belén ha nacido.
-No fuedo comed nafa más-insistió el lobo.
Los pastores dudaron unos instantes.
-The show must go on-dijo una oveja, y garganta adentro caminaron trescientas cabezas de ganado, cincuenta profesionales del pastoreo, un ángel, doce patos, tres operarios de luces navideñas, un señor buscando sitio para hacer de vientre y una paloma con aires seductores a la que San josé miraba con malos ojos.
-¿Puedo entrar yo también?- preguntaron unos ojos en la oscuridad.
-¡Clado! ¡Fidfete tú mismo!
Y en el interior de la barriga de la bestia, el segundo lobo adelantó a los pastores, a las ovejas, a s reyes, y se situó en primera fila, se coló a hurtadillas en el pesebre, y se relamió los bigotes.
Texto: Arturo Abad
Ilustración: Patricia Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario